Enfrentando su peor crisis en dos meses, la Revolución Ciudadana se ve sacudida por el caso Metástasis, la reciente investigación de la fiscal Diana Salazar. Este caso revela una estructura criminal destinada a influir en decisiones judiciales, involucrando a abogados, jueces, fiscales, funcionarios y políticos, incluyendo a miembros del correísmo.
La Revolución Ciudadana ha experimentado una serie de desafíos desde hace dos meses, comenzando con la derrota en la segunda vuelta de las elecciones anticipadas. Los desacuerdos internos se manifestaron tras la pérdida electoral de la excandidata Luisa González, revelando las dificultades del movimiento para expandirse más allá de su base militante.
La analista política Camila Ulloa destaca la relevancia territorial del movimiento, pero señala la falta de persuasión hacia el electorado general. Estos resultados representan un golpe para el correísmo, que esperaba un resultado diferente y había instigado al presidente Guillermo Lasso a decretar la muerte cruzada.
Tras los resultados, la asambleísta Pierina Correa cuestionó públicamente a la expresidenta de la Revolución Ciudadana y prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga. Afirmó que los directivos del movimiento no deberían ser candidatos, generando un conflicto público entre ambas figuras.
La crisis interna se intensificó con la separación del asambleísta Ferdinan Álvarez, coordinador temporal de la bancada, debido a acusaciones de violencia psicológica y acoso sexual por parte de Soledad Padilla, exasistente de Jorge Glas.
Además, la Revolución Ciudadana perdió el control del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs). Un movimiento equivocado para evaluar designaciones judiciales provocó la destitución del extitular Alembert Vera, reconfigurando el consejo en contra del correísmo.
El caso Metástasis también implica a figuras prominentes del correísmo, como Rafael Correa, Jorge Glas, Ronny Aleaga y María Fernanda Vargas, quienes se ven vinculados a través de los chats del narcotraficante Leandro Norero. Las conversaciones sugieren la participación de la alcaldesa de Simón Bolívar, Mayra Vargas, respaldada por la Revolución Ciudadana.
Este complejo escenario político sumerge a la Revolución Ciudadana en una profunda crisis, afectando su imagen pública y desafiando su capacidad de recuperación.
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