Científicos del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea han confirmado que el año en curso será oficialmente catalogado como el más caluroso jamás registrado, marcando un hito alarmante en la crisis climática que afecta al planeta. El análisis revela que la temperatura global de 2023 superará en más de 1,4 grados centígrados los niveles preindustriales, acercándose peligrosamente al umbral crítico de 1,5 grados establecido en el acuerdo climático de París.
Todos los meses desde junio han registrado temperaturas récord, y noviembre ha contribuido significativamente a este escenario preocupante. El informe destaca que noviembre fue aproximadamente 1,75 grados centígrados más cálido que los niveles preindustriales, con dos días que superaron los 2 grados centígrados, generando inquietudes entre los científicos sobre las implicaciones para el futuro del planeta.
Este anuncio crucial coincide con la celebración de la COP28 en Dubai, la cumbre climática anual de la ONU, donde la eliminación gradual de los combustibles fósiles se ha convertido en el punto central del acalorado debate entre los delegados de más de 150 países.
Brenda Ekwurzel, directora de ciencia climática de la Unión de Científicos Preocupados, resaltó la urgencia de la situación, instando a los países ricos y de altas emisiones a asumir una mayor responsabilidad en la reducción gradual de los combustibles fósiles de manera justa y financiada. Señaló que estos países han contribuido significativamente al año sin precedentes en términos de temperaturas extremas y eventos climáticos impactantes.
Los científicos atribuyen el calor excepcional de 2023 a los efectos combinados de El Niño y el cambio climático provocado por el hombre. Ondas de calor mortales y temperaturas récord han afectado a varios continentes, mientras que un aumento sin precedentes en la temperatura oceánica ha cubierto gran parte del globo.
El informe subraya que, aunque la Tierra se había calentado alrededor de 1,2 grados centígrados hasta 2022, el mundo ahora se encuentra en una senda preocupante hacia superar los 1,5 grados centígrados de calentamiento a largo plazo en los próximos años. Esta tendencia aumenta la inquietud de los científicos, quienes advierten sobre los impactos sostenidos de eventos climáticos extremos y sequías.
Un informe adicional de la Organización Meteorológica Mundial, publicado el martes, confirma que la década entre 2011 y 2020 fue la más calurosa registrada para la tierra y los océanos, a medida que la crisis climática acelera la pérdida de glaciares y el aumento del nivel del mar.
"Mientras las concentraciones de gases de efecto invernadero sigan aumentando, no podemos esperar resultados diferentes a los observados este año", advierte Carlo Buontempo, director de Copernicus. La temperatura continuará aumentando, junto con los impactos devastadores de olas de calor y sequías. La llamada a la acción urgente resuena en Dubai mientras el mundo enfrenta una realidad climática cada vez más apremiante.
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