“Ahora que estamos juntas” es el nombre de la movilización nacional de este Día Internacional de la Mujer. Las palabras son parte de una de las frases más potentes del movimiento feminista, que también han adoptado las ecuatorianas.
“Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven. Abajo el patriarcado, se va a caer”. Para Sinchi Gómez, del colectivo Trenzando Feminismos, significa que el patriarcado clasifica a las mujeres y las quiere divididas.
Para las muertas por la violencia de género hay otra frase que gritan las mujeres ecuatorianas. “Y cómo es la ‘hue…’. Nos matan y nos violan y el Estado no hace nada”.
Estas palabras muestran la indignación de que hay un Estado “impávido e inmóvil frente a la violencia”, dice Guerra. Las víctimas “tienen que seguir rogando y pasando un calvario para obtener -medianamente- justicia”.
La movilización también es por las más pequeñas: “las niñas son niñas, las niñas no son madres” es otra consigna. Mayra Tirira, representante de la organización Niñas no madres, explica que la frase se refiere a la maternidad forzada, sobre todo en casos de violación.
Esto priva a las niñas de sus derechos a la integridad, a la salud, la educación y la recreación, señala. La maternidad forzada quita a las niñas su derecho a serlo y a desarrollarse como tales, indica.
Y para vivir en libertad, una de las consignas de las mujeres es “saquen sus rosarios de nuestros ovarios. Saquen sus doctrinas de nuestras vaginas”. La directora de la Fundación Desafío, Virginia Gómez de la Torre, señala que se refiere a la iglesia intercediendo en las decisiones de las mujeres. Para la religión, la sexualidad por placer y no para la reproducción está castigada, explica.
Las exigencias de las organizaciones que luchan por las mujeres
Aborto
La ley para que las víctimas de violación accedan a un aborto seguro debe ser aprobada por el presidente Guillermo Lasso, sostienen organizaciones de mujeres. Por otro lado, también se exige que sea una norma justa y reparadora, que no ponga plazos ni otras restricciones para las niñas, mujeres y personas gestantes.
Violencia
Implementación inmediata de la Ley Orgánica de Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres se exige. También se pide que los presupuestos sean adecuados y que haya una atención específica para las mujeres con discapacidad y de las neurodivergencias que viven violencia sistemática y estructural.
Salud
Atención integral en salud es otro pedido. En este aspecto se incluye la salud mental y menstrual, además de la salud sexual integral. Las mujeres exigen que se garantice un acceso digno y pleno para todas las mujeres, incluidas las de la tercera edad, y para las niñas, además de las divergencias sexogenéricas.
Educación
Las mujeres de las organizaciones universitarias piden un alto a la impunidad en los casos de violencia de género que suceden en las instituciones de educación superior y que continúan impunes. La exigencia es que haya resolución y atención específica para estos casos. También se pide educación para todas.
Laboral
El reconocimiento social y económico del trabajo de cuidado es una de las exigencias de este día. Asimismo, se pide que los espacios laborales estén libres de diferentes tipos de violencia -como el acoso sexual– para las mujeres trabajadoras. Remuneración digna, justa y goce pleno de los derechos laborales también se incluyen.
“El patriarcado que es colonial, racista y clasista nos puso a competir. Pero nos juntamos, justo en estas grandes manifestaciones de comunidad y resistencia como la movilización. Por eso siempre la cantamos, es romper el mandato para combatirlo”.
Otra frase que se ha vuelto bandera del movimiento de mujeres en el país, y que gritarán por las calles del país en este ‘8M’, es por las que ya no están. “Señor, señora, no sea indiferente. Se mata a las mujeres en la cara de la gente”.
Significa que el problema de la violencia contra las mujeres es un problema de todos, explica Geraldine Guerra, de la Alianza para el Monitoreo y Mapeo de los Femicidios en Ecuador.
La violencia solo perdura en el silencio, dice. “Mientras sigamos callando y virando la cara para otro lado, seguirá inserta en nuestras casas, barrios, calles, parques, lugares de trabajo, sitios de salud, etc.”. FUENTE: elcomercio.com
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