FUENTE: DW.com
Arqueólogos han estudiado recientemente la antigua fortaleza de Rabana-Merquly, ubicada un valle rodeado de montañas en el actual Kurdistán iraquí, y creen haber dado con la ciudad perdida de Natounia, una importante ciudad real fortificada que hasta ahora solo se conocía gracias a unas pocas monedas, según un nuevo estudio publicado en la revista Antiquity.
La fortaleza formó parte del Imperio Parto –también conocido como Imperio Arsácida–, que se extendía por partes de Irán y Mesopotamia hace aproximadamente 2.000 años. Los partos, de los que se sabe sorprendentemente poco, fueron enemigos acérrimos del Imperio Romano y libraron varias batallas contra ellos durante más de 250 años.
Ahora, nuevas investigaciones en esta fortaleza sugieren que sirvió como uno de los centros regionales del imperio.
Cartografía aérea con ayuda de drones
Según el estudio, a cargo de un equipo de arqueólogos dirigido por el Dr. Michael Brown, investigador del Instituto de Prehistoria, Protohistoria y Arqueología de Oriente Próximo de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, las excavaciones y la cartografía aérea con ayuda de drones han arrojado más luz sobre la antigua fortaleza.
En lo alto de las colinas del monte Piramagrun, en los montes Zagros, el equipo ha revelado que el emplazamiento no solo consta de una muralla de fortificación de 4 kilómetros de longitud, sino también de dos asentamientos más pequeños adornados con lo que pueden haber sido cuarteles, impresionantes relieves en la roca y un complejo religioso.
Los templos, creen, posiblemente estaban dedicados a la diosa iraní zoroastriana Anahita. Asimismo, según los investigadores, los relieves coincidentes representan a un rey de Adiabene, un reino que formaba parte del Imperio Parto.
Inscripción en raras monedas
Antes de este hallazgo, las únicas representaciones conocidas de la existencia de Natounia (también conocida como Natounissarokerta), se han documentado en pocas monedas que datan del siglo I a.C., según un comunicado de la Universidad de Heidelberg.
Así, dada la aparente grandiosidad y complejidad del asentamiento, los investigadores sospechan ahora que este magnífico emplazamiento puede ser la ciudad perdida de Natounia, que estaba dedicada a Natounissar, el fundador de la dinastía real de Adiabene, un antiguo reino del norte de Mesopotamia.
"La asociación más específica con la ciudad de Natounia proviene de la inscripción en las raras monedas de esa ciudad encontradas en otros lugares, que la sitúan 'en el Kapros', que es el moderno río Bajo Zab", dijo Brown. Por esta razón, la ciudad se llamaba a veces Natounia en el Kapros.
Los investigadores insisten en que sus afirmaciones son solo especulaciones, por ahora, pero creen que hay algunos indicios de que Rabana-Merquly puede ser la desaparecida ciudad de Natounia.
En primer lugar, está la datación de la ciudad. Las inscripciones de las monedas sugieren que podrían haber sido acuñadas durante la primera mitad del siglo I a.C., que es aproximadamente la misma época en la que están datados los restos de este asentamiento.
Los autores del estudio también sostienen que el topónimo Natounissarokerta, además de estar compuesto por el nombre real Natounissar, contiene la palabra parta para foso o fortificación.
"Esta descripción podría aplicarse a Rabana-Merquly", explicó el doctor Brown.
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