La selección argentina debutó en las Eliminatorias Sudamericanas con una emocionante victoria por 1-0 sobre Ecuador en un partido lleno de drama y pasión. El encuentro, que marcó el estreno de Argentina como campeona del mundo, se llevó a cabo en el estadio Monumental de River y prometía un enfrentamiento entre dos equipos decididos a ganar. Fue Lionel Messi quien protagonizó una obra maestra con un tiro libre que se convirtió en el gol de la victoria, desencadenando la euforia en las gradas. El arquero ecuatoriano Hernán Galíndez no tuvo oportunidad de detenerlo, y el golazo llegó en el minuto 77. En su primer partido bajo la dirección de Félix Sánchez Bas, la selección ecuatoriana presentó un nuevo enfoque táctico con tres defensores, cinco centrocampistas y dos delanteros, quienes a veces se sintieron aislados.
Análisis de desempeño por línea:
La defensa, compuesta por Félix Torres, Robert Arboleda y William Pacho, recibió elogios por su serenidad ante los continuos ataques de la ofensiva argentina. Incluso enfrentando a veces hasta seis jugadores rivales que buscaban marcar.
En el mediocampo, la estrategia se centró en la defensa, lo que era comprensible ya que Argentina estaba decidida a ganar en su propio terreno. Esto resultó en una pérdida de capacidad ofensiva para Ecuador, ya que ni José Hurtado ni Pervis Estupiñán pudieron respaldar a los delanteros. José Cifuentes y Moisés Caicedo se mantuvieron mayormente en su propio campo.
La delantera ecuatoriana se sintió aislada y con poca colaboración. Enner Valencia tuvo dificultades para conectarse con Gonzalo Plata y, cuando no recibía asistencia, tuvo que bajar a buscar el balón.
A pesar de la velocidad y el vigor del equipo argentino, Ecuador tuvo dificultades para avanzar hacia el campo rival. A pesar de la derrota, este primer partido dejó muchas razones para el optimismo, con una sólida defensa y una relativa falta de temor al enfrentarse a una multitud de 80,000 personas en partidos de visitante.
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