El reflujo se encuentra entre las quejas de salud más frecuentes de los adultos y puede haberse vuelto aún más común a raíz del estrés y el aumento de peso relacionados con la pandemia.
Entre los síntomas más comunes se encuentran una sensación de ardor en el pecho, la sensación de tener un nudo en la garganta, eructos e inflamación y regurgitación en la boca de alimentos muy ácidos y digeridos de manera parcial desde el estómago. El reflujo también puede afectar las vías respiratorias, lo que provoca ronquera, sibilancias, goteo retronasal, tos o asma.
Cinco maneras de reducir el riesgo de reflujo
Mantén un peso corporal saludable
Después de comer, un esfínter muscular situado en la parte inferior del esófago se abre para permitir que los alimentos entren en el estómago, y luego se cierra para evitar que regresen. Un abdomen demasiado grande puede ejercer una presión excesiva sobre este esfínter e impedir que se cierre cuando debería hacerlo, lo que permite que el contenido ácido del estómago se filtre al esófago.
No fumes
El equipo de Lagergren descubrió que el tabaco puede prolongar el tiempo que tardan los alimentos ácidos en salir del esófago. En un análisis de 30 estudios, la ERGE afectaba a cerca del 20 por ciento de los fumadores, frente al 16 por ciento de los no fumadores.
Ejercítate
Quienes realizaban una actividad física entre moderada y vigorosa durante al menos 30 minutos al día eran menos propensos a desarrollar síntomas de ERGE, informó el equipo de Harvard.
Reduce el consumo de café, té y refrescos
El riesgo de padecer ERGE se redujo entre quienes no consumían más de dos tazas de café, té o refrescos al día.
Lleva una dieta saludable para el corazón
Por ejemplo, quienes seguían una dieta de estilo mediterráneo, con frutas y verduras, legumbres, pescado, aves de corral y cereales integrales, pero con poca o ninguna carne roja y otras fuentes de grasas saturadas, eran menos propensos a desarrollar reflujo ácido.
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