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Crean un producto de fibra que haría más saludables algunos alimentos.



Un equipo de científicos de la Universidad RMIT de Australia ha desarrollado un producto alimenticio que se añade a los alimentos y aumenta su nivel de fibra. No afecta al sabor, color ni textura de la comida y funciona como lo haría la fibra real.


FiberX está hecho con almidones de trigo, maíz y yuca y resiste el proceso de digestión en el intestino, lo que permite que los microorganismos del colon lo fermenten y se mejore el proceso digestivo.


Según los científicos responsables de su desarrollo, FiberX puede añadirse a comidas con poca fibra, como pasteles y pizzas para hacerlos más saludables. Eso sí, será complicado hacerlos 100 % saludables si contienen azúcar, mucha sal o grasas de mala calidad, no olvidemos eso. También afirman que el producto se puede hacer sin gluten.


"Ahora podemos añadir fibra adicional a alimentos como el pan blanco y otros productos básicos sin cambiar el sabor o la textura, que ha sido uno de los principales problemas de muchos suplementos de fibra disponibles en el mercado hasta la fecha", afirma el tecnólogo de alimentos Asgar Farahnaky, profesor asociado de la Universidad RMIT. "Nuestro producto ni siquiera se nota una vez añadido. Es como si un padre escondiera verduras en la comida de su hijo para hacerla más nutritiva".


Los investigadores comprobaron que a partir de una cantidad de FiberX concreta sí que se notaban cambios en el sabor y la textura. La cantidad tope fue el equivalente a añadir un 20 % más de fibra a un alimento, una cantidad nada despreciable.


Para producir FiberX, los científicos modificaron la estructura original del almidón a nivel molecular, antes de probarlo con enzimas digestivas para ver cómo aguantaría en nuestro sistema digestivo.


"Una vez que el almidón resistente pasa por este proceso, debe tener altos niveles de resistencia para que se considere que se ha convertido con éxito en fibra dietética", dice la científica de alimentos Mahsa Majzoobi, de la Universidad RMIT.


Por el momento, con este método se consigue convertir alrededor del 80 % del almidón original en fibra dietética. El equipo está buscando ahora formas más ecológicas y que no usen productos químicos de cara a producir en masa el producto.


El intestino humano no es capaz de digerir la fibra y esto tiene un efecto beneficioso sobre el sistema digestivo, ayudándolo a mantenerse sano. También ayuda a prevenir la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.


Además de todos estos potenciales beneficios para la salud, los creadores de FiberX creen que este producto ayudaría a reducir la cantidad de residuos, pues los residuos que son subproductos de las proteínas vegetales se podrían convertir en almidón y luego en FiberX.


Los investigadores se han asociado con un grupo de ingenieros para lograr obtener FiberX fuera del laboratorio, con productos reales y a un precio competitivo.


La fibra también tiene un interesante impacto sobre nuestro microbioma intestinal, por lo que será importante comprobar cómo se comporta FiberX con los microbios que viven en nuestro interior.


Una revisión del mismo equipo publicada recientemente en Food Hydrocolloids evaluó las diferentes técnicas para modificar el almidón de la yuca, encontrando informes de numerosos beneficios para la salud de las formas más resistentes del almidón de la yuca.


"Esta nueva tecnología significa que podemos aumentar la cantidad de fibra que se introduce en los alimentos, de modo que podemos recibir nuestra ingesta diaria recomendada, incluso consumiendo menos alimentos, lo que tiene potencial para ayudar a controlar el peso y la diabetes", afirma Farahnaky.

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