La situación en las Islas Galápagos se ha vuelto crítica debido al desabastecimiento de productos básicos y tanques de gas, lo que ha generado dificultades para emprendedores y residentes. Gino Sorrentino tenía planeado inaugurar un nuevo restaurante el 15 de junio de 2023 en Galápagos, pero la escasez de suministros se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para él.
Desde hace aproximadamente tres semanas, los habitantes de las islas han denunciado la falta constante de productos como cebolla, papa, arroz e incluso tanques de gas. La alcaldesa de Santa Cruz, Fanny Uribe, ha sido una de las principales críticas de la situación actual en las islas. En una reciente intervención radial, la alcaldesa Uribe señaló que el desabastecimiento de tanques de gas ya afecta al 100% de la población de Santa Cruz. Esto ha obligado al cierre de pequeños negocios y ha llevado a medianos y grandes establecimientos a buscar tanques en el mercado informal. Además, las familias se ven obligadas a compartir mesas comunitarias o utilizar carbón o madera para cocinar sus alimentos.
Gino Sorrentino, propietario de un café especializado en Galápagos, ha tenido que modificar su menú en los últimos días debido a la escasez de papas y al alto costo del gas necesario para procesar los alimentos. "En estas semanas, he tenido que comprar tanques de gas por 120 dólares", cuenta el emprendedor. Esta situación lo ha llevado a ajustar los horarios de apertura y cierre de su local para poder aprovechar al máximo el tanque de gas antes de la apertura de su nuevo restaurante.
Marcela C., residente de Santa Cruz, también enfrenta el mismo problema. Su familia está compuesta por cinco personas y desde finales de mayo había escuchado rumores sobre el aumento de precios. Durante la última semana, ha intentado sin éxito conseguir un tanque de gas en dos ocasiones. Sin este producto, Marcela se ve obligada a cocinar con carbón y limitar sus comidas a dos al día. Esta situación implica casi cinco horas diarias dedicadas únicamente a la cocina.
Los restaurantes también se ven afectados por esta crisis. Juan (nombre protegido), propietario de uno de los restaurantes más exclusivos de Puerto Ayora, ha tenido que recurrir a amigos, familiares y empleados para conseguir tanques de gas a precios que oscilan entre los 80 y 95 dólares.
Además de la escasez de gas, Juan no ha podido conseguir papas, por lo que ha tenido que modificar los acompañamientos de su menú para poder ofrecer platos completos. Aunque los pocos productos disponibles tienen precios elevados, no puede aumentar los precios de su restaurante, ya que muchos de sus clientes llegan como parte de paquetes turísticos vendidos con antelación.
"Subir los precios es imposible para mí, simplemente perdería la relación comercial con estas agencias de viaje", afirma Juan. Incluso ha tenido que cerrar su restaurante a las 4:00 p.m. para hacer fila en las afueras de Petroecuador y poder conseguir
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