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Cultivar en Marte será mucho más difícil de lo que las películas nos hacen creer.



Los futuros astronautas que lleguen a Marte podrían cultivar en la tierra para evitar depender únicamente de las misiones de reabastecimiento y producir una mayor cantidad y variedad de alimentos que los que se consiguen solo con la hidroponía. Sin embargo, los nuevos experimentos de laboratorio sugieren que cultivar alimentos en el Planeta Rojo será mucho más complicado que simplemente poner la semilla y abonarla.


Un grupo de científicos de la Escuela de Minas de Colorado plantaron lechuga y un poco de hierba en tres tipos de tierra falsa de Marte. Dos se fabricaron con materiales extraídos en Hawái y en el desierto de Mojave, y que tienen una composición muy parecida a la tierra que hay en la superficie de Marte. Para imitar aún más la composición de la tierra marciana, el tercer lote se creó desde cero utilizando roca volcánica, arcillas, sales y otros ingredientes químicos que el rover Curiosity de la NASA ha visto en sus visitas al Planeta Rojo.


Plantas en Marte

Pues bien, tanto la lechuga como la hierba sobrevivieron en los suelos naturales parecidos a Marte, pero ninguna pudo crecer en la tierra sintética, por lo que la idea de cultivar otros alimentos en futuras misiones de colonización se vuelve cada vez más difícil. Y es que no es solo plantar y abonar, el suelo de la Tierra está lleno de microbios y otras materias orgánicas que ayuda a las plantas a crecer, pero la tierra de Marte es básicamente roca triturada.


Otros investigadores, esta vez del Instituto de Tecnología de Florida en Melbourne, plantaron pequeñas especies de musgo en tierra de imitación de Marte bajo iluminación y temperatura controladas en el interior, tal como lo harían los astronautas. Esta vez las plantas germinaron sin ningún problema a 22 grados centígrados y alrededor del 70% de humedad.


Las semillas de ambas especies crecieron al estar fertilizadas con un cóctel de nitrógeno, potasio, calcio y otros nutrientes. Ninguna semilla de ninguna de las dos especies podía germinar en la tierra sintética, por lo que el plan de los científicos es llevarse nutrientes de la Tierra para poder empezar a cultivar en Marte.


Los científicos creen que el problema con la tierra sintética de Marte es su alto pH, de alrededor de 9,5. Los dos suelos naturales tenían niveles de pH de alrededor de 7. Cuando los investigadores trataron la tierra sintética con ácido sulfúrico para bajar el pH a 7,2, las plantas trasplantadas sobrevivieron una semana más que las otras, aunque finalmente murieron.


El equipo también se enfrentó a otro problema: el compuesto original de tierra sintética no incluía perclorato de calcio, una sal tóxica que constituye aproximadamente el 2% de la superficie marciana. El perclorato es un problema importante para la agricultura en Marte, pero es posible que no sea necesario utilizar perclorato de calcio si las plantas se nutren bien. Hay bacterias en la Tierra que se alimentan de los percloratos, pero en Marte no habría ningún organismo que alterase el crecimiento de las plantas.

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