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El próximo gobierno enfrenta un tiempo limitado antes de la próxima campaña electoral.


La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, programada para el 15 de octubre de 2023, se acerca rápidamente, y los candidatos Luisa González y Daniel Noboa se preparan para competir en lo que será un gobierno con un tiempo limitado de acción antes de la próxima campaña electoral en 2025.


Según el calendario electoral, el vencedor de la segunda vuelta ocupará la Presidencia de Ecuador por un periodo no mayor a los 17 meses. Sin embargo, esta duración podría reducirse significativamente, ya que entre septiembre y octubre de 2024, el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocará a una nueva campaña electoral para 2025. Estas elecciones anticipadas se llevan a cabo para completar el periodo que Guillermo Lasso no pudo concluir debido a su declaración de muerte cruzada en mayo pasado.


El calendario electoral ecuatoriano establece que las elecciones nacionales se convocan cada cuatro años, entre los meses de septiembre y octubre, lo que significa que el próximo presidente de la República tendrá la atención del país durante los 10 meses que van desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2024, antes de que nuevos candidatos aparezcan en la palestra pública para la carrera electoral de 2025.


El director de Núcleo Ecuador en el programa "Políticamente Correcto", Juan Emilio Vásconez, señaló: "Es claro que, ya sea Luisa o Noboa, quien gane la Presidencia querrá lanzarse a una reelección para 2025". Sin embargo, tanto los analistas como los expertos en política coinciden en que los planes de gobierno de ambos candidatos no están diseñados para una transición eficiente, ya que la mayoría de las propuestas son difíciles de cumplir en un periodo de 17 meses.


La politóloga Gabriella Guerrero explicó que los planes de gobierno de los candidatos a Carondelet carecen de información y estructura debido a que fueron elaborados en un tiempo reducido durante unas elecciones atípicas. "La mayoría de los planes de gobierno fueron escritos semanas antes de comenzar la campaña electoral, y eso hizo que no recogieran la información debida para tener propuestas contundentes", afirmó Guerrero.


A pesar de que los planes de gobierno de González y Noboa constan de 70 y 76 páginas respectivamente, el exministro de Gobierno de Lenín Moreno, Gabriel Martínez, señaló que ninguno de los dos planes presenta cifras ni objetivos medibles, lo que podría preocupar a la ciudadanía. "En los planes de gobierno hablan muy poco de cómo van a financiar todas sus propuestas; la mayoría son solo promesas", advirtió Martínez.


Reservas internacionales y El Niño

Durante la campaña electoral, ambos candidatos han expresado su interés en utilizar las reservas internacionales de Ecuador para hacer frente a las urgencias financieras que podría dejar el fenómeno de El Niño en el país durante los próximos meses y en 2024.


Sin embargo, Gabriel Martínez destacó que la Ley de Protección de la Dolarización impide que el Banco Central, el ente encargado de custodiar las reservas, pueda prestar dinero al Estado. "Esas reservas fueron creadas para momentos de crisis en los que la dolarización esté en peligro", afirmó.


En contraposición, Juan Emilio Vásconez argumentó que las reservas podrían utilizarse legítimamente para enfrentar a El Niño, ya que el fenómeno se puede catalogar como un momento de crisis. "Si no se enfrenta a El Niño correctamente, nuestra dolarización sí se vería afectada", opinó el analista.


Constituyente o consulta popular: ¿prioridades para 17 meses?

En cuanto a los planes de gobierno, los panelistas concuerdan en que el enfoque principal de Luisa González, si llega a la Presidencia, será impulsar una Asamblea Constituyente durante los 17 meses de su régimen, a pesar de su declaración anterior en la que afirmó que no lo haría.


Gabriella Guerrero argumentó que, aunque la Constituyente es el principal objetivo del correísmo, debería ser la ciudadanía quien decida sobre este planteamiento. "Los ecuatorianos debemos preguntarnos si realmente está entre nuestras mayores urgencias una Constituyente, porque tampoco es clara la explicación del correísmo para impulsar una reforma así".


José Emilio Vásconez considera que Luisa González podría aprovechar los primeros meses de su gobierno para impulsar una Constituyente, ya que su fuerza electoral le beneficiaría. "El correísmo tiene un electorado de más o menos el 34%, y los primeros meses son de luna de miel. Si no lo hacen en ese momento de fortaleza, no habrá otro momento", explicó.


Por su parte, Gabriel Martínez sugirió que Daniel Noboa no centraría su objetivo en impulsar una consulta popular en un gobierno de transición, ya que, en caso de perder en dicha consulta, su gobierno quedaría deslegitimado por el resto de su tiempo, como ocurrió con Guillermo Lasso en la consulta de febrero.


En resumen, el próximo gobierno de Ecuador tendrá un tiempo limitado para actuar antes de la próxima campaña electoral de 2025, lo que plantea desafíos significativos en términos de implementación de políticas y cumplimiento de promesas de campaña en un periodo reducido de 17 meses. La utilización de las reservas internacionales y la decisión de impulsar una Constituyente o una consulta popular serán cuestiones clave que definirán la agenda del próximo gobierno ecuatoriano.

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