En la tercera noche consecutiva de disturbios en Francia tras la muerte de un joven en Nanterre por un disparo de la policía durante un intento de escape de un control, se reportó la detención de al menos 667 personas en la noche del jueves al viernes (30.06.2023). El ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó esta cifra en un mensaje en su cuenta de Twitter y la relacionó con las instrucciones de "firmeza" que había impartido.
Con el despliegue de 40.000 agentes para evitar la repetición de los disturbios, Darmanin destacó que la policía, la gendarmería y los bomberos tuvieron que enfrentar una violencia inusual. Según el departamento del ministro del Interior, en los enfrentamientos con los jóvenes que protagonizaron las protestas, muchos de los detenidos tenían entre 14 y 18 años, resultaron heridos 249 policías y gendarmes, aunque ninguno de gravedad.
La ciudad de Nanterre, en la periferia inmediata de París, fue nuevamente el epicentro de las protestas, donde se incendió una agencia bancaria y varios edificios públicos, como escuelas y un centro de impuestos, sufrieron graves daños. Además, 13 autobuses de la red metropolitana de París estacionados en un depósito en Aubervilliers fueron incendiados por individuos con cócteles molotov.
En respuesta al riesgo en el transporte público, el vicepresidente de la región de Ile-de-France anunció que los autobuses y tranvías dejarán de circular a partir de las 21:00 horas. La violencia también se extendió a otras partes de la capital, donde hubo saqueos en el barrio de Les Halles, en el centro, y en muchas otras ciudades.
Varios alcaldes de la región de Ile-de-France han decretado toques de queda que estarán vigentes hasta el final de la semana. El presidente Emmanuel Macron tiene previsto presidir una reunión de crisis a su regreso de Bruselas, donde participa en el Consejo Europeo.
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