A las 22:33 horas del pasado lunes, 6 de noviembre, un sismo de magnitud 5.2 sacudió diversas regiones de Ecuador, dejando a miles de personas sorprendidas y preocupadas por su seguridad. El temblor, que afectó a al menos 14 provincias del país, fue registrado por el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (EPN).
El movimiento telúrico tuvo una profundidad de 21 kilómetros y su epicentro se ubicó a una distancia de 6.58 kilómetros de La Maná, una localidad situada en la provincia de Cotopaxi. Según las coordenadas proporcionadas por la entidad, el epicentro se encontraba cerca del límite provincial entre Los Ríos y Cotopaxi, en una zona rural próxima al recinto Guayacán.
A pesar de su corta duración, el sismo generó alarma entre la población, provocando la evacuación de viviendas y la interrupción de actividades cotidianas en varias zonas del país. En total, al menos siete cantones reportaron una intensidad fuerte del temblor, incluyendo Milagro, Pedro Carbo, El Triunfo, El Empalme en la provincia de Guayas, y Vinces en Los Ríos. Además, los cantones La Maná y Pangua, en Cotopaxi, también sintieron el sismo con una intensidad similar.
Es importante destacar que, según el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), el sismo no representó un riesgo de generar un tsunami en las costas continentales e insulares del país, lo que brindó un alivio a la población costera.
Las autoridades continúan monitoreando la situación y recordaron la importancia de estar preparados para eventos sísmicos en una región con alta actividad sísmica. La rápida respuesta de la población y la falta de daños significativos son una muestra de la resiliencia de los ecuatorianos frente a este tipo de eventos naturales.
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