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Escándalo en el Metro de Quito por denuncia de pago de sobornos.


FUENTE: primicias.ec


El alcalde, Santiago Guarderas, anunció que el Municipio investigará el caso. El exalcalde Barrera dice que la responsabilidad fue de la gerencia del Metro de la época, es decir, de Édgar Jácome.


Un nuevo escándalo salta sobre el Metro de Quito. Esta vez no se trata de los constantes retrasos de la mega obra, sino de una investigación internacional sobre un posible pago de sobornos.


La Fiscalía de España investiga al Consorcio GMQ, conformado por las empresas Prointec y KV Consultores, por el supuesto pago de sobornos de USD 1,2 millones para ganar dos millonarios contratos de consultoría para la gerencia del Metro de Quito.


Los contratos suman en total USD 20 millones, de acuerdo con documentos analizados por PRIMICIAS en el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).


El contrato original se firmó el 17 de julio de 2013, durante la alcaldía de Augusto Barrera, quien había nombrado a Édgar Jácome como gerente del Metro de Quito. Mientras que el segundo contrato se lo concretó el 16 de diciembre de 2015 durante la administración de Mauricio Rodas.


Los primeros indicios señalan que Prointec, que es filial de la empresa española de ingeniería Indra, habría sido la firma que pagó los sobornos a los funcionarios ecuatorianos para quedarse con el contrato.


Indra es la misma empresa que proveyó a Ecuador equipos de vigilancia aérea, como el ahora destruido (en un atentado) radar de Montecristi.


El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, confirmó a PRIMICIAS que tomará acciones para investigar este caso y ayudar a las autoridades judiciales a encontrar a los responsables. Cómo fue la firma del contrato La construcción de una obra como Metro de Quito requiere de una gerencia técnica.


“Así lo establecen los organismos multilaterales de crédito para garantizar el buen manejo de los recursos que entregan”, explica el exgerente del Metro, Édison Yánez.


En marzo de 2013, la Empresa Metro de Quito lanzó el concurso para buscar a la empresa encargada del gerenciamiento, según los documentos del Sercop.


Para organizar el concurso, la Empresa Metro de Quito creó una Comisión Técnica, cuyo trabajo consistió en calificar las ofertas de las empresas interesadas en el contrato. Es llamativo el hecho de que el actual gerente del Metro, Efraín Bastidas, haya sido integrante de esa comisión.


Tres semanas después, el 26 de abril de 2013, la Comisión Técnica, ya sin Bastidas como integrante, dio a conocer los nombres de las cuatro empresas que presentaron sus ofertas: Consorcio Sener-Ascec. Consorcio Geodata-Ingeconsult. Ineco.


Consorcio GMQ. El 16 de mayo de 2013, la misma comisión recomendó al gerente del metro de la época, Édgar Jácome, la adjudicación del contrato para la gerencia del Metro de Quito al Consorcio GMQ.


Esa adjudicación fue firmada por Jácome el 5 de junio de 2013. En el documento, la comisión explicó que el Consorcio GMQ fue el que cumplió con todos los requisitos exigidos en el proceso precontractual.


Pero la licitación estaba amañada. El fiscal español Luis Rodríguez Sol, quien está al frente del caso, asegura que GMQ influyó a través de sobornos incluso en la fase previa de la licitación, de forma que el pliego de condiciones fue el resultado de una negociación concertada. La teoría de la fiscalía española es que todo habría sido pactado hasta tal punto que los miembros de la comisión técnica de Quito fueron indicando cómo debía ser la oferta para que tuviera éxito.


Con estos antecedentes, el contrato original se firmó el 17 de julio de 2013 y fue adjudicado por USD 15,3 millones, pero en 2015 las partes firmaron un contrato complementario de USD 5 millones.


La consultora tenía la obligación de prestar los servicios de gerencia del proyecto durante 45 meses y de entregar 40 productos mensuales, cada uno por valor de USD 383.902.


Los involucrados La fiscalía española sostiene que Jesús Miguel Trababa, responsable máximo de la compañía Bustren, es uno de los principales actores en este caso Bustren tenía la intención de ser parte del Consorcio GMQ, pero no logró su objetivo porque no contaba con los años de antigüedad necesarios para ello. Sin embargo, Trababa se mantuvo cerca del consorcio, a la vez que llegó a ser consejero delegado del Metro de Madrid.


Según las primeras investigaciones, el cargo le habría permitido conocer los planes del Municipio de Quito sobre el proyecto del Metro de Quito. Incluso, la fiscalía española dice que se reunió en Madrid con el exalcalde Barrera para tener mayores detalles acerca del futuro del proyecto.


Estos acercamientos, al parecer, sirvieron para que el consorcio GMQ se quedara con el contrato. Qué dice el exalcalde Barrera En diálogo con PRIMICIAS, Barrera confirmó que la construcción del Metro de Quito requiere una gerencia técnica. Sobre la reunión que mantuvo con Trababa, asegura que “se dio cuando ejercía un cargo público y no uno privado”. Agregó que no conoce detalles sobre el contrato firmado entre el Metro de Quito y el Consorcio GMQ.


Lo que sí deja en claro es que ese convenio “fue una responsabilidad directa de la gerencia”. Es decir, de Édgar Jácome, quien firmó el contrato. Al ser consultado de su relación con el exgerente, Barrera dijo que no lo conoció hasta que fue nombrado como gerente del Metro de Quito.


“Lo que sabía es que es un profesional de altísimo nivel”, dice. Y señaló que espera que las investigaciones no frenen el concurso con el que el Metro busca el operador que administrará la obra durante seis años. Los silencios PRIMICIAS intentó obtener la versión de Jácome y del Consorcio GMQ, pero no fue posible hasta el cierre de esta edición.


Tampoco fue posible conversar con el gerente del Metro, Efraín Bastidas. Desde el Departamento de Comunicación de la Empresa Metro de Quito anunciaron que enviarían un comunicado. Pasadas las 20:00, la Empresa Metro de Quito dijo que la entidad municipal “no ha sido convocada por la Fiscalía de España para rendir versiones o declaraciones. Estamos prestos para colaborar con lo que se requiera por los organismos de control.”


Agregó que el “Metro de Quito aporta a la transparencia de la investigación sobre un proceso de adjudicación para la gerencia técnica del proyecto que se llevó a cabo hace nueve años”.


Los organismos multilaterales de crédito, como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han dicho que, por el momento, no se pronunciarán sobre este caso.


El Banco Mundial y el BID prestaron una parte de los USD 2.049 millones que demandó la construcción del Metro de Quito.



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