Han pasado cuatro años y ocho meses desde que Samia Carrasco Jaramillo perdió la vida en circunstancias extrañas según declara su madre, Martha Jaramillo. Su caso aún no ha sido clarificado por las instituciones competentes. Samia tenía 27 años cuando ocurrió su deceso y desde entonces su madre se ha mantenido buscando y reclamando justicia.
Este viernes, 06 de agosto a las 10h00 se realiza la segunda exhumación del cadáver de Samia tras los reclamos de su madre que solicita aclarar los informes forenses y elevar el caso a juicio para que el culpable de la muerte de su hija pague por los hechos, dice Martha. La primera exhumación para la autopsia de Samia fue en abril de 2018.
A decir de Martha, el caso de su hija ha pasado por varias circunstancias y hechos turbios durante la indagación previa en la fiscalía, esto la motiva a seguir luchando para esclarecer los hechos y que el culpable pague por el daño causado. En ese sentido solicitó que la justicia sea para todos sin privilegiar a otros: “pido que haya celeridad y sobre todo que se haga justicia de forma imparcial”, dijo Martha.
A este caso se ha sumado la Corporación de Solidaridad y Derechos Humanos de Imbabura (COSDHI), institución sin fines de lucro que apoya con sus especialistas para que casos como el de Samia no quede impune.
En este marco, a las 9h30de hoy, viernes 6 de agosto paralelo a la exhumación de Samia realizarán el plantón en la puerta del cementerio San Francisco de Ibarra, como reclamo a la justicia para que los casos de muertes violentas no queden sin ser juzgados, declara Estefanía Jara, especialista de COSDHI.
Además, mencionó Jara que el caso de Samia cumple con elementos suficientes que demuestran negligencias del Estado en la aplicación de la justicia y es suficiente para llevarlo a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.
Caso Samia
La progenitora de Samia cuenta que el 16 de diciembre de 2016 fue la última vez que la vio con vida. Conoció que su hija había salido con su pareja sentimental. Tras no tener noticias de ella decidió reportarla como persona desaparecida.
Sin embargo, días después tuvo que acudir al Centro de Investigaciones de Ciencias Forenses de Esmeraldas para reconocer el cuerpo de su hija encontrada muerta después de dos días de su salida de la casa (18 de diciembre).
Su cuerpo había sido encontrado bajo un árbol, en el fondo de una quebrada de aproximadamente 50 metros de profundidad, ubicada en el sector de Milagro en Imbaya del cantón Ibarra.
A decir de Martha, la muerte de su hija no fue accidental y ella sostiene que se trata de una muerte violenta (femicidio) perpetrado en contra de su hija. Además, declara que la fiscalía iba cerrar el caso por no encontrar pruebas suficientes de acusación, sin embargo, con el apoyo de la Corporación de Solidaridad y Derechos Humanos de Imbabura (COSDHI) están encaminando para que este episodio doloroso de su vida termine.
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