top of page

La Desconocida y Espectacular Cultura Talayótica de Menorca.


En la isla de Menorca, la historia de los primeros pobladores de las Baleares cobra vida a través de impresionantes construcciones ciclópeas que incluyen tumbas, torres y templos. Menorca se destaca como la isla con la mayor concentración de yacimientos prehistóricos por kilómetro cuadrado en todo el mundo. Desde septiembre de 2023, nueve áreas que albergan un total de 280 yacimientos se han unido a la prestigiosa lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Este reconocimiento internacional ha arrojado luz sobre una cultura fascinante que, a pesar de su espectacularidad, sigue siendo desconocida para muchos.


¿Qué es la Cultura Talayótica?

Más de 150 yacimientos arqueológicos en Menorca permiten a los investigadores explorar y estudiar la historia de la isla y su entorno antes de la llegada de los romanos. Las costumbres, técnicas y modo de vida de estas sociedades prehistóricas se conocen como la cultura talayótica.


Los primeros habitantes de Menorca compartían características con las sociedades prehistóricas de Europa continental, ya que provenían de allí. Estaban organizados en clanes y llevaban una vida seminómada centrada en la ganadería. De esta época han perdurado construcciones megalíticas como los dólmenes de Ses Roques Llises y de Montpler, que servían como tumbas colectivas y datan del 2100 a.C. al 1600 a.C.


Con el tiempo, la población de la isla aumentó y se observaron los primeros rastros de actividades como la agricultura, la metalurgia y la minería. La sociedad se volvió sedentaria, y uno de los testimonios más elocuentes de esta transformación son las viviendas de construcción ciclópea, construidas con grandes piedras sin argamasa y con forma de nave invertida, conocidas como "navetas". Estas navetas eran utilizadas como tumbas colectivas y datan de los años 1100 a.C. a 850 a.C. La Naveta des Tudons, ubicada en el oeste de la isla, es el monumento más emblemático de la cultura talayótica en Menorca y se distingue por su exclusividad en el mundo y su excepcional estado de conservación.


Los Talayots: Torres Troncocónicas de Defensa

Sin embargo, el nombre de la cultura talayótica proviene de otro tipo de construcciones: los talayots, que eran torres troncocónicas destinadas a la defensa y la vigilancia. Alrededor de 300 de estos talayots se erigieron entre los años 850 a.C. y 550 a.C. Por lo general, formaban parte de poblados que a menudo estaban protegidos por murallas ciclópeas, como la que aún se conserva en el poblado talayótico de Son Catlar.


En la segunda mitad del primer milenio antes de Cristo, se produjeron cambios en esta cultura, y la jerarquización se hizo más evidente. Los guerreros baleares, conocidos por su habilidad con las hondas, fueron demandados como especialistas por los ejércitos de Cartago y Roma durante las guerras púnicas. Estos contactos e interacciones con fenicios, cartagineses y romanos influyeron en los intercambios comerciales en un momento en que la agricultura cerealera se convirtió en la actividad económica principal de la isla, desplazando a la ganadería.


Los Recintos de Taula: Un Componente Religioso

En la última etapa de la cultura talayótica, los talayots perdieron protagonismo, y las poblaciones se organizaron en torno a los recintos de taula, estructuras religiosas donde se llevaban a cabo rituales y festividades. Estos recintos se caracterizan por una gran columna vertical con otra piedra horizontal encima, formando una imponente "T" en el centro del espacio.


A pesar de los esfuerzos de los estudiosos, las interpretaciones y teorías sobre los usos y costumbres de estas construcciones aún se debaten. Lo que resulta innegable es que la cultura talayótica dejó su huella en Menorca hasta la conquista romana en el año 123 a.C., marcando el final de una era fascinante y enigmática. Este legado cultural, ahora reconocido por la UNESCO, continúa sorprendiendo a quienes exploran la rica historia de esta hermosa isla del Mediterráneo.

Comments


bottom of page