top of page

Los "centinelas de la selva" que se enfrentaron al gobierno de Ecuador y expulsaron a la minería .


FUENTE: bbc.com


Los ojos de Alexandra Narváez miran con firmeza y decisión. Es una mujer que vive en pie de guerra para defender un paraíso amenazado.


Desde que en 2017 se convirtió en la primera "guardiana de la selva" del pueblo A'i cofán de Sinangoe, en la Amazonía ecuatoriana, ha consagrado su vida a defender su territorio.


Su trabajo es el de una centinela en constante vigilancia del asedio de los intrusos, un rol ejercido mayoritariamente por hombres.


"Muchos me cuestionan por ser una mujer joven en esta lucha, pero yo nací y crecí aquí, y solo por eso voy a defender esta tierra", dice con orgullo la líder indígena de 30 años.


Desde la década de 1960, los forasteros han tratado de extraer petróleo y minerales del territorio ancestral cofán, ubicado al noreste del Ecuador, en el Parque Nacional Cayambe-Coca.


La zona cubre más de 3.885 kilómetros cuadrados de selvas tropicales, humedales, glaciares y montañas, en una región que se encuentra entre los focos más densos en carbono y más biodiversos del Amazonas.


"Nuestro territorio es vida", dice Narváez con solemnidad.


Sus ojos, siempre expresivos, se iluminan cuando habla de su abuelo: "Él ya no está en este mundo, ya murió. Pero llevo en el corazón su recuerdo y su fuerza. Ahora entiendo todos los consejos que me daba de pequeña cuando, junto al río Aguarico, me contaba historias sagradas de nuestra tierra ancestral".


"Mi abuelo me explicaba por qué es importante proteger el territorio y ahora yo quiero pasar ese legado a mis hijas".


A su lado, Alex Lucitante, el líder cofán de 29 años junto a quien emprende esta lucha, refuerza sus palabras.


"Queremos que nuestros hijos sigan viviendo como cofanes y que tengan la conciencia de que sin el territorio vamos a desaparecer", dice Lucitante en videollamada con BBC Mundo.


Alex proviene de una familia de curanderos tradicionales y es miembro de la Alianza Ceibo, una coalición que une a las nacionalidades indígenas del noreste de la Amazonía ecuatoriana para proteger sus territorios, derechos y culturas.


Espera graduarse como abogado para seguir ayudando a los pueblos amazónicos del Ecuador a defender su forma de vida y su espacio en el mundo.

Su trabajo ha dado sus frutos.


El liderazgo de Alex Lucitante y Alexandra Narváez resultó en una histórica victoria legal en octubre de 2018, cuando los tribunales de Ecuador anularon 52 concesiones ilegales de extracción de oro otorgadas sin el consentimiento de la comunidad A'i Cofán de Sinangoe.


Fue después de que la guardia indígena descubriera maquinaria pesada escavando las orillas del río Aguarico para extraer oro a gran escala - y de un intenso trabajo para poder denunciarlo.


De hecho, esa lucha les acaba de hacer ganadores del Goldman 2022, el premio ambiental más importante del mundo, que recibieron este miércoles 25 de mayo, junto a otros cinco activistas internacionales*.


El fallo legal "sentó un precedente en el país, donde el tribunal constitucional está tomando el caso como ejemplo de cómo respetar los derechos de los pueblos indígenas", asegura la Fundación Goldman.


Pero para Alex y Alexandra la lucha dista mucho de haber terminado.

En esta entrevista con BBC Mundo explicaron por qué.


¿Cuándo comenzó su lucha por defender el territorio de la Amazonía que habita su comunidad desde tiempos ancestrales?


(Alexandra Narváez: A.N.) Siempre han querido entrar invasores en nuestro territorio. Nuestros mayores siempre han estado peleando para que no dañaran el territorio en el que crecí, el río en el que yo jugaba y me bañaba de pequeña.

Pero nuestra lucha en particular - la de Alex y la mía - comenzó en 2017, que fue el año en el que vimos una invasión mucho mayor.


Vimos cómo esa gente construía sus casas, hacía minería, pescaba con veneno y ponía trampas en los lugares donde nosotros salíamos de cacería. Y nos preocupó mucho.


Así que empezamos a monitorear todas esas actividades.


¿Cómo hicieron para poder demostrar que todo aquello estaba ocurriendo y que estaban siendo amenazados?


(A.N.) Con ayuda de algunas ONGs, pusimos cámaras trampa y drones en todo el territorio. Así pudimos documentar la evidencia de que había gente de fuera entrando a cazar y hacer minería. Eso nos permitió demostrar que nuestro territorio corría peligro.



Comments


bottom of page