A lo largo de la historia, los naturalistas, desde el siglo XIX con Alexander von Humboldt a la cabeza, han advertido sobre la influencia de la actividad humana y las emisiones de gases contaminantes en la atmósfera, lo que podría desencadenar cambios significativos en los patrones climáticos naturales. Estas advertencias, en sus inicios hipotéticas, se han consolidado a lo largo del tiempo a medida que la ciencia ha avanzado. En la década de 1980, se desarrollaron los primeros modelos matemáticos predictivos que ofrecieron escenarios claros sobre las consecuencias de la actividad humana en el clima.
A pesar de los avances en la predicción climática y la reducción de incertidumbres, existen ciertos eventos denominados 'tipping points' o puntos de no retorno en el cambio climático. Estos eventos, de ocurrir, pueden dar lugar a cambios abruptos e impredecibles en el clima debido a la reorganización súbita y, en muchos casos, irreversible del sistema atmosférico. Dado que la atmósfera es un sistema caótico, los efectos de estos 'tipping points' solo se conocerán después de que ocurran.
Un 'tipping point' puede ser desencadenado por una pequeña perturbación que provoca un cambio desproporcionadamente grande en el sistema, similar al "efecto mariposa". A menudo, estos cambios desproporcionados están relacionados con retroalimentaciones que refuerzan el proceso.
Los 'tipping points' no son eventos aislados, sino que pueden estar interconectados, creando efectos aún más drásticos e impredecibles en cascada. La identificación de estos puntos de no retorno es esencial para comprender y abordar el cambio climático.
Investigadores de la Universidad de Estocolmo, en un estudio publicado en la revista Science, identificaron dieciséis 'tipping points' con un alto impacto potencial en el bienestar humano. Algunos de estos puntos de no retorno están relacionados con la criosfera, como la pérdida abrupta de hielo marino ártico o el colapso de la capa de hielo de Groenlandia, con umbrales estimados bajos. Otros están vinculados a la dinámica entre la atmósfera y la actividad oceánica, como el colapso de la circulación del giro subpolar del Atlántico Norte y la disrupción de la circulación termohalina del Atlántico Meridional.
La preocupación radica en que algunos 'tipping points' pueden ser difíciles de identificar hasta que sea demasiado tarde. Por lo tanto, es esencial tomar medidas para abordar el cambio climático y proteger ecosistemas críticos como el Amazonas, los bosques boreales, el Sahel y los arrecifes de coral, que desempeñan un papel fundamental en el equilibrio climático global y la biodiversidad.
El conocimiento y la acción son cruciales para evitar que estos 'tipping points' desencadenen cambios climáticos irreversibles y potencialmente catastróficos.
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