FUENTE: BBC.com
Cuando el neurocirujano británico Henry Marsh se sentó junto a la cama de su paciente después de una cirugía, sabía que la mala noticia que estaba a punto de darle era por un error suyo.
El hombre tenía un nervio atrapado en el brazo que requería una operación, pero después de hacer una incisión en la línea media del cuello, Marsh perforó el nervio en el lado equivocado de la columna vertebral.
Los errores médicos prevenibles tienen que ver con frecuencia con una cirugía hecha en el lado equivocado: una inyección en el ojo que no era, por ejemplo, o una biopsia del seno que no era.
Estos "never events" (término de la jerga médica con el que se conocen los accidentes graves y en gran medida prevenibles de seguridad del paciente) resaltan que, si bien la mayoría de nosotros aprendemos de niños a diferenciar la izquierda de la derecha, no todos lo hacemos bien.
Mientras que para algunas personas distinguir la izquierda de la derecha es tan fácil como distinguir arriba de abajo, una minoría significativa (alrededor de 1 de cada 6 personas, según un estudio reciente) tienen dificultades con la distinción.
ncluso para aquellos que creen que no tienen problemas, las distracciones como el ruido ambiental o tener que responder preguntas no relacionadas con lo que se está haciendo pueden obstaculizar la toma de la decisión correcta.
"Nadie tiene dificultad para decir (que algo está) adelante y atrás, o arriba y abajo", dice Ineke van der Ham, profesora asistente de neuropsicología en la Universidad de Leiden en Países Bajos.
Pero diferenciar la izquierda de la derecha es diferente. "Es por la simetría, y porque cuando te das la vuelta, es al revés, y eso lo hace muy confuso".
Varias partes involucradas
La distinción entre izquierda-derecha es en realidad un proceso bastante complejo, que requiere memoria, lenguaje, procesamiento visual y espacial y rotación mental.
De hecho, los investigadores apenas están comenzando a llegar al fondo de lo que sucede exactamente en nuestro cerebro cuando lo hacemos, y por qué es mucho más fácil para algunas personas que para otras.
"Algunas personas pueden distinguir la derecha de la izquierda de forma innata, simplemente pueden hacerlo sin pensar", dice Gerard Gormley, médico y profesor en la Universidad Queen's de Belfast, en Irlanda del Norte. "Pero otros tienen que pasar por un proceso".
En un esfuerzo por comprender qué sucede en los errores médicos que implican el lado equivocado, Gormley y sus colegas realizaron una investigación sobre la experiencia de los estudiantes de medicina al tomar decisiones de izquierda y derecha y examinaron el proceso.
"En primer lugar, tienes que orientarte de derecha a izquierda en ti mismo", dice.
Cuando la respuesta no llega al instante, los participantes describieron varias técnicas, desde hacer una L con el pulgar y el índice, hasta pensar en qué mano usan para escribir o tocar la guitarra. "Para algunas personas es un tatuaje en el cuerpo o una perforación", dice Gormley.
Luego, cuando descubres de qué lado está el izquierdo o el derecho de otra persona, el siguiente paso es girarte mentalmente para mirar en la misma dirección que la otra persona. "Si estoy frente a ti, mi mano izquierda estará frente a tu mano derecha", dice Gormley.
"Esa idea de rotar mentalmente un objeto agrega un grado adicional de complejidad".
Otra investigación muestra que a las personas les resulta más fácil juzgar si una imagen muestra una mano izquierda o derecha imaginando su propia mano o cuerpo girando.
Un porcentaje
La investigación publicada por Van der Ham y sus colegas en 2020 encontró que alrededor del 15% de las personas se califican a sí mismas como insuficientes cuando se trata de identificar la izquierda y la derecha.
Casi la mitad de los 400 participantes en el estudio dijeron que usaron una estrategia relacionada con la mano para identificar cuál es cuál.
Los investigadores utilizaron algo llamado prueba de discriminación derecha-izquierda de Bergen para profundizar en cómo funcionan estas estrategias.
Los participantes miraron imágenes de personas dibujadas como muñecos de palitos. Unas figuritas miraban hacia ellos y otras no y estaban con los brazos en varias posiciones, y ellos tenían que identificar la mano que se resaltaba como la izquierda o la derecha.
"Parece simple, pero es un poco frustrante si tienes que hacer 100 de estos lo más rápido posible", dice Van der Ham.
En el primer experimento, los participantes se sentaron con las manos sobre una mesa frente a ellos.
"Hubo un efecto muy claro en la forma en que se colocó esta pequeña figura de palo", dice Van der Ham.
"Si mirabas la parte posterior de la cabeza, de modo que estuviera alineada contigo, las personas eran mucho más rápidas y precisas".
De manera similar, cuando la persona de palo estaba frente al participante pero tenía las manos cruzadas, de modo que su mano izquierda estaba del mismo lado que la mano izquierda del participante, las personas tendían a hacerlo mejor.
"Eso nos dice que el cuerpo realmente está involucrado en esto", dice Van der Ham.
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