FUENTE: muyinteresante.es
En los últimos meses, se ha vuelto común ver que algunas personas que empiezan a mostrar síntomas típicos de covid (tos, congestión nasal, fiebre…), se hacen una prueba rápida de antígenos y el resultado es negativo.
La persona continúa con el malestar y, uno o dos días después, se hace una prueba nueva que confirma la infección del coronavirus.
El peligro es que, en ese lapso en el que no se tuvo un diagnóstico acertado, no se tomaron las medidas necesarias, como el aislamiento y el uso de las máscaras, para evitar contagiar a otros con el virus.
Esto a su vez crea nuevas cadenas de transmisión e incrementa el número de casos de la enfermedad.
Pero ¿cómo se explica este fenómeno de "positividad retrasada"?
Aunque no hay respuestas claras, algunos expertos le plantearon varias hipótesis a la BBC, que ayudan a entender la situación. También recuerdan lo que hay que hacer para que te protejas a tí y a todas las personas a tú alrededor.
En resumidas cuentas, aunque aún existan muchas interrogantes sobre el tema, la recomendación es simple: si tienes los síntomas típicos de covid, mantente aislado y evita el contacto con la gente así la prueba rápida de antígenos que te hayas hecho el primer o segundo día te haya dado negativo.
Y en lo posible, intenta repetir la prueba entre el tercer y el quinto día para tener mayor certeza sobre el diagnóstico.
¿Se aceleró el virus?
El primer factor que explica esta situación es la llegada de nuevas variantes del coronavirus, especialmente aquellas que emergieron de ómicron como la BA.2 y la BA.5.
Luego de haberse esparcido por el mundo, vino un cambio importante en el periodo de incubación, que es el tiempo entre que el virus comienza a invadir las células de nuestro cuerpo y la llegada de los síntomas.
"El virus infiltra las células y adentro hace entre 100 y 1.000 copias nuevas de sí mismo, las cuales van e infectan otras células, y así continúa el proceso hasta la reacción del sistema inmune, la cual causa síntomas como congestión nasal, estornudos, fiebre…", explica el experto en virus José Eduardo Levi, investigador y coordinador de desarrollo en DASA (Diagnósticos de América, una firma experta en diagnósticos en Brasil).
En comparación, según un reporte de la agencia de seguridad sanitaria del Reino Unido, el periodo de incubación de la variante alpha era en promedio de cinco a seis días.
Ese período disminuyó a cuatro días durante la ola de la variante delta.
Con ómicron, el periodo entre la invasión viral y la llegada de los síntomas se redujo aún más y es de tan solo tres días.
En otras palabras: si antes tomaba casi una semana para que una persona comenzara a desarrollar síntomas típicos de covid luego de haber entrado en contacto con alguien infectado, hoy ese proceso es mucho más rápido y puede ocurrir casi que de la noche a la mañana.
"Lo que más vemos en nuestras oficinas son pacientes diciendo que salieron en una caminata el domingo y que ya el martes o el miércoles estaban experimentando síntomas", dice la especialista en enfermedades infecciosas y virus Nancy Bellei, quien también es profesora de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp).
Pero, ¿por qué pasa?
Virus distintos, defensas actualizadas
Dentro de las teorías que podrían explicar por qué ómicron fue menos agresivo que las anteriores cepas, algunos expertos aseguran que las mutaciones genéticas mismas de la variante fueron las que acortaron el tiempo de incubación.
Otros subrayan el papel del sistema inmune en este proceso.
En una serie de publicaciones en Twitter, el inmunólogo y epidemiólogo Michael Mina, quien trabajó en la Universidad de Harvard y es actualmente el director científico de una compañía de pruebas, asegura que la vacunación "ha cambiado fundamentalmente la relación entre el covid y la carga viral".
Anteriormente, los síntomas del covid comenzaban a aparecer justo cuando las cantidades del virus en el cuerpo estaban alcanzando su pico.
"¿Por qué la gente está reportando síntomas pero arrojando resultados negativos?", preguntó.
"Los síntomas que experimentamos son usualmente el resultado de la respuesta inmune. Las vacunas pueden hacer que nuestro cuerpo detecte el virus más rápidamente, antes de que el número de copias llegue a su punto máximo. Ese es literalmente el propósito de la vacunación", escribió en la red social.
Más adelante en su explicación, Mina señala que la respuesta inmune rápida ayuda a suprimir el virus por un tiempo, hasta que el patógeno se elimine del cuerpo o que eventualmente gane la batalla y comience a replicarse con mayor ferocidad.
"Entendiendo esto, una prueba creada para detectar una cierta cantidad de virus dará resultados negativos en los primeros días, antes de que incremente la carga viral", aseguró el científico.
En otras palabras, una de las teorías dice que con el ómicron, el corto periodo de incubación y la aparición más temprana de síntomas significa que la carga viral (la cantidad de coronavirus en acción) durante los primeros días de una infección no es lo suficientemente alta como para ser detectada por las pruebas de antígenos.
Vale la pena decir que esta es apenas una de las posibles explicaciones para este fenómeno, y que la idea está lejos de ser comprobada o de ser adoptada por algún tipo de consenso entre los expertos.
"El sistema inmune también depende de que se active cierta cantidad de partículas virales para que se inicie una respuesta. Así que me parece que la inmunidad que se crea a través de la vacunación o de casos anteriores de covid contribuye más a acabar con la infección rápidamente que interferir con sus inicios", dice Levi, quien también hace investigaciones en el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo (USP).
De cualquier manera, hay evidencia de que la cantidad de proteínas virales en esos primeros días de infección podrían estar más bien bajos en las olas de ómicron.
"Con esto, hay un riesgo de que las pruebas de antígenos fallen a la hora de detectar estos casos, ya que no hay partículas suficientes como para obtener un resultado positivo", resume el virólogo Anderson F. Brito, investigador científico del Instituto Todos por la Salud.
"Así que tenemos que ser cuidadosos a la hora de interpretar estos resultados iniciales, de tal manera que no generemos un falso sentido de seguridad", advierte.
Errores humanos e interpretación de las pruebas
Igual, dentro de esta discusión es imposible ignorar el impacto del factor humano en el número de errores que se ve en los resultados.
La prueba de antígenos, la cual puede hacer cualquier persona desde su casa, requiere ejecutar una serie de procedimientos muy específicos - separar materiales, lavarse las manos, restregar la parte trasera de la nariz con un hisopo por un periodo mínimo de tiempo, mezclar con la solución salina, esperar unos minutos…
Si cualquiera de estos pasos no se hace de manera correcta, el resultado puede arrojar un falso negativo.
"No puedes confiar en la conclusión de una prueba mal hecha", dice Bellei, también miembro de la Sociedad Brasilera de Enfermedades Infecciosas (SBI).
El doctor resalta la variación que existe entre la calidad de las pruebas que hay disponibles en las farmacias.
"Hay mucha diferencia entre la sensitividad y especificidad de las distintas pruebas rápidas. Algunas pueden detectar el 80% de los casos, mientras que en otras esta tasa cae al 70 o incluso al 50%", advierte.
Aunque no existe una manera fácil y accesible para saber qué productos son los de mejor calidad, Bellei recomienda que las personas den preferencia, si es posible, a las marcas más conocidas, compañías que lleven trabajando en diagnósticos por décadas.
Una segunda recomendación importante es leer cuidadosamente las instrucciones que vienen con la prueba y seguir cada paso al pie de la letra para reducir las probabilidades de errores y resultados equivocados.
En este sentido, también hubo muchas dudas sobre si las pruebas de antígenos iban a ser capaces de detectar las variantes ómicron, debido a las mutaciones tan distintas que tienen a las de otras variantes.
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