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¿Qué deberías tener en el botiquín de casa?


¿Qué pasa cuando te haces un pequeño corte o un moratón? ¿Vas inmediatamente al hospital? No, ¿verdad? Muchas veces en tu vida te encuentras con “pequeñas urgencias” en las que no es necesario llamar a una ambulancia o correr hacia los hospitales. Por ello, es conveniente tener un botiquín a mano de donde sacar el material necesario para solucionar las pequeñas dolencias, pero ¿tienes correctamente equipado tu botiquín? Este artículo te dará todas las pautas sobre lo que debes incluir en tus botiquines y cómo estar preparado para pequeños imprevistos.


Medicamentos

Este apartado es bastante personalizable, ya que cada persona es un mundo, y cada uno tiene sus dolencias particulares. A continuación detallaremos algunos de los medicamentos más habituales que puedes incluir en tu botiquín.


Para el alivio del dolor, es importante tener a mano analgésicos, pero algo que hay que tener muy en cuenta es que no todos los analgésicos valen para todo el mundo. Existen alergias e intolerancias que se deben tener en cuenta, además de que existen algunos medicamentos que interactúan con otros y pueden tener consecuencias muy diversas. Por ello es importante consultar con tu médico para valorar cuales serían los analgésicos más convenientes para tu caso y el de tus familiares.


Hoy en día convivimos a diario con distintos tipos de alergias, pero la mayoría de ellas se controlan con antihistamínicos orales. Si es tu caso, sería conveniente, además de tener localizado tu tratamiento habitual para la alergia, tener en el botiquín una caja de reserva para “emergencias”. A todos nos ha pasado alguna vez que nos damos cuenta que nos hemos quedado sin determinada medicación cuando ya estás en pijama y metiéndote en la cama.


Como ya hemos comentado, es interesante tener una caja de antihistamínicos en el botiquín para casos de “emergencia”, pero ¿por qué no guardar también una reserva de tu medicación habitual? Para algunas patologías es muy importante tomar la medicación a una hora determinada, así que darte cuenta en el último momento es bastante inoportuno. Por ello, es muy conveniente tener guardado en el botiquín la medicación necesaria para pasar un día sin preocuparte.


Algo también muy importante a incluir en nuestro botiquín son las medicaciones de rescate. Existen algunas medicaciones, como la adrenalina para las anafilaxias o el salbutamol para los ataques agudos de asma, que solo se usan a modo de rescate, cuando la situación se descontrola. Así que si es tu caso, también deberías incluir tu medicación de rescate en el botiquín, para tenerlo localizado en todo momento y poder actuar lo más rápido posible.


Kit de primeros auxilios

Esto ya viene a ser más común para todos, ya que estamos hablando de material básico para realizar curas.


Para empezar una buena cura es imprescindible limpiar bien la zona, y qué mejor forma que utilizando agua y jabón de manos. Obviamente esto no estaría en el botiquín, en su lugar podemos encontrar habitualmente suero fisiológico.

Tras una buena limpieza ya se podrá valorar la herida y ver que tratamiento es el más conveniente. Habitualmente, lo que más se utiliza son los antisépticos, como el povidona yodada (la marca más conocida es Betadine) o la clorhexidina (la marca más conocida es Cristalmina). Si tienes que elegir entre uno u otro, personalmente te recomiendo la clorhexidina; es más efectivo, más seguro (menos reacciones alérgicas) y más barato.


También puedes encontrarte frente a una quemadura, ya bien sea por abrasión, por accidentes en la cocina o por cualquier otro tipo de accidente, y en este caso, en lugar de antisépticos, lo que se usa son pomadas para quemaduras. Habitualmente, en su composición, tienen agentes que actúan contra posibles infecciones, así que ten cuidado con el tema de alergias al elegir cuál meterás en tu botiquín, ya que puede contener algún antibiótico o plata.


Por supuestísimo, algo que no puede faltar nunca en un botiquín son las gasas, los apósitos de protección, las vendas, un esparadrapo y unas pequeñas tijeras. También es conveniente tener guantes desechables, tanto para protegerte a ti de posibles infecciones, como para proteger a la persona afectada de agentes externos que puedan contaminar la herida.


Un termómetro también es imprescindible y, si eres diabético o hipertenso, también un glucómetro o un tensiómetro. Ten en cuenta que en estos casos debes saber interpretar los resultados. Y algo así ocurre también con los oxímetros (el aparato que te dice porcentaje de oxígeno en sangre), si no sabes interpretar los datos correctamente, en ocasiones puede suponer un problema más que una herramienta útil.

En definitiva, tu botiquín doméstico va a estar adaptado a tus necesidades y tus patologías, pero hay algunos elementos básicos que tienen que incluirse sí o sí. No olvides que el botiquín tiene que estar actualizado (comprobar caducidades periódicamente) y hay que reponerlo cada vez que gastemos algo. No olvides encontrarle un sitio adecuado, ya que siempre tiene que estar fuera del alcance de los niños.

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