Los manglares son conocidos como “bosques azules”. Esto se debe a que son increíblemente eficientes para almacenar carbono. Esto los convierte en una solución natural en la lucha contra el cambio climático ya que son capaces de absorber hasta 10 veces más gases de efecto invernadero que otros bosques tropicales o ecosistemas terrestres.
La deforestación, la actividad industrial y la descarga de residuos en estas zonas están poniendo en peligro la existencia de estos valiosos ecosistemas. Según datos de la Organización de Naciones Unidas, más de un tercio de los manglares del mundo ha desaparecido en los últimos 100 años. Por ello, proteger los manglares se ha convertido en uno de los retos medioambientales más importantes de los últimos años.
Los manglares son ecosistemas de vital importancia para el medio ambiente. De ahí que desde 1965 se consideren áreas de preservación permanente. Sin embargo, no solo son importantes por su función en la lucha contra el cambio climático, sino que aportan otros beneficios muy importantes para la biodiversidad y el medio ambiente:
Producen una gran cantidad de materia orgánica como hojarasca.
Además de retener los sedimentos, pueden filtrar las aguas que abastecen a los mantos freáticos, reteniendo desechos y sustancias tóxicas para que no lleguen al mar.
Desalinizan las aguas que ingresan en tierra firme y forman así reservorios en las zonas interiores.
Protegen las zonas costeras de la erosión por el agua y el viento y retienen la arena sobre las playas.
Ayuda a estabilizar los climas locales.
Los manglares también poseen una biodiversidad de especies enorme y diversa, incluso algunas solo se encuentran en este tipo de entornos. La fauna que predomina está adaptada a las mareas y a las particularidades de este ecosistema. Entre las especies más comunes encontramos crustáceos, peces, moluscos, aves, reptiles, anfibios y mamíferos.
Comments