La creencia en teorías de la conspiración es un fenómeno que ha ganado terreno en la sociedad contemporánea, y un estudio reciente, publicado en la revista Psychological Bulletin, ha arrojado luz sobre los factores psicológicos que subyacen a esta tendencia. Realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Emory, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Regina, este estudio es uno de los más exhaustivos y rigurosos sobre el tema hasta la fecha.
Los Factores de Personalidad y Motivación detrás de las Teorías de la Conspiración
El estudio parte de la premisa de que las teorías de la conspiración comparten una estructura común y responden a necesidades psicológicas específicas en quienes las creen. Estos son los principales hallazgos:
1. Percepción de Amenaza e Inseguridad: Las personas que creen en teorías de la conspiración suelen percibir el mundo como peligroso y hostil, lleno de riesgos y amenazas. Esto se correlaciona con niveles elevados de ansiedad, estrés y miedo.
2. Intuición y Racionalidad: Los creyentes en teorías de la conspiración confían más en su intuición que en el razonamiento lógico. Además, tienden a cometer errores cognitivos, como el sesgo de confirmación y el sesgo de proporcionalidad.
3. Creencias y Experiencias Extrañas: Quienes abrazan estas teorías tienden a tener creencias y experiencias inusuales o paranormales, como la creencia en extraterrestres o poderes psíquicos. También muestran una mayor apertura a nuevas experiencias y una mayor imaginación.
4. Antagonismo e Inadaptación Social: Los creyentes en teorías de la conspiración suelen manifestar hostilidad y desconfianza hacia otros, particularmente hacia autoridades e instituciones. Además, se sienten superiores y tienen dificultades para adaptarse a las normas sociales.
Rasgos de Personalidad Asociados con el Pensamiento Conspirativo
El estudio también revela que las personas con personalidades más antagonistas y paranoicas son más propensas a creer en teorías de la conspiración. Quienes abrazan estas teorías tienden a ser inseguros, paranoicos, emocionalmente inestables, impulsivos, desconfiados, aislados, manipuladores, egocéntricos y excéntricos.
Aunque los cinco grandes rasgos de personalidad (extraversión, amabilidad, apertura, escrupulosidad y neuroticismo) tienen una relación menos fuerte con el pensamiento conspirativo, los investigadores destacan que estos rasgos generales también influyen en la tendencia a creer en teorías de la conspiración.
En resumen, el estudio subraya la complejidad del pensamiento conspirativo y la multiplicidad de factores que lo influyen. Al comprender mejor estas dinámicas psicológicas, podemos abordar de manera más efectiva la creencia en teorías de la conspiración en la sociedad actual.
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