FUENTE: muyinteresante.es
¿Te imaginas que, de repente, la Tierra dejase de girar? ¿Qué pasaría? La vida cambiaría en un instante si nuestro planeta dejara de girar repentinamente. Te lo contamos.
Hipótesis: se detiene la rotación
La Tierra es el mayor de los cuatro planetas terrestres o rocosos de nuestro sistema solar. Se formó hace aproximadamente 4 550 millones de años y algunas de sus cualidades más características con referencia al Sol son los movimientos de rotación, traslación, precesión, nutación, bamboleo de Chandler y la precesión del perihelio. Es probable que los dos primeros sean los más familiares para todos y sobre los que te hemos hablado pormenorizadamente en el pasado.
Ahora bien, si bien la rotación es el movimiento de nuestro planeta alrededor del Sol, hoy hablamos de las consecuencias del segundo de estos movimientos principales del planeta: el del giro de la Tierra sobre su propio eje. Imaginemos que, por consecuencias indeterminadas (como por bloqueo de mareas), la Tierra para súbitamente y deja de rotar sobre sí misma.
Las consecuencias
Si la Tierra dejara de girar de golpe, sería enormemente catastrófico para gran parte de la superficie del planeta.
La velocidad de rotación de la Tierra es de 1 770 kilómetros por hora (km/h) en el ecuador, y 0 km/h en los polos. La consecuencia más directa del parón repentino de la rotación terrestre es que todos los seres vivos y objetos sobre la Tierra saldrían disparados hacia afuera. Todas las masas de tierra serían expulsadas; cualquier cosa que no estuviera adherida al lecho rocoso saldría despedida, por lo que tanto los árboles, las rocas, los edificios... todo sería arrastrado hacia la atmósfera (nosotros también). Las rocas y los océanos en movimiento provocarían terremotos y tsunamis.
Aunque no sentimos el giro terrestre, sí sentimos sus efectos cuando nos detenemos en seco si vamos en un vehículo, por ejemplo. Por tanto, si la Tierra dejara de girar repentinamente, todo en la superficie de la Tierra en el ecuador se movería repentinamente a más de 1 600 km/hora hacia los lados. Aunque no seríamos expulsados al espacio, porque la velocidad de escape de la Tierra es de unos 40 000 km/hora, sí causaría un daño increíble en la Tierra. Solo hay que imaginarse los océanos desplazándose a más de mil kilómetros por hora; gradualmente los océanos migrarían hacia los polos desde el ecuador. Habría dos cuerpo enormes de agua desconectados el uno del otro. Las películas de ciencia ficción apocalípticas nos han dejado algunas imágenes para nuestra imaginación.
También se formaría un enorme megacontinente alrededor de la Tierra en el ecuador. Podríamos viajar alrededor de la Tierra en este continente ecuatorial y permanecer siempre en tierra firme, ignorando el frío helado en el lado nocturno y el calor abrasador en el lado diurno. Día y noche
Si dejara de girar por completo tendríamos medio año de luz diurna y medio año de noche; es decir, el día y la noche ya no funcionarían de la misma forma. La Tierra contaría con la misma posición frente al Sol durante medio año. Un hemisferio 'horneado' y el otro en oscuridad, con mucho frío. De día, durante esos seis meses, la temperatura de la superficie dependerá de la latitud en la que nos encontremos, siendo mucho más caliente que ahora en el ecuador que en los polos donde los rayos de luz son más inclinados y la eficiencia de calentamiento es menor. La única parte teóricamente habitable de la Tierra sería una pequeña franja de tierra crepuscular entre las dos mitades. Tampoco habría estaciones Sin ninguna rotación, el planeta tampoco contaría con estaciones. Sería un lugar inhóspito. Si bien seguiríamos contando con el polo norte del planeta, donde la radiación del Sol estaría en su ángulo más bajo, y un ecuador, donde la luz incidirá más directamente, ya no existiría ni primavera, ni verano, ni otoño ni invierno. Solo 6 meses diurnos y 6 nocturnos. Patrones atmosféricos alterados Los patrones atmosféricos en la Tierra también están ligados a la rotación del planeta. Si el planeta dejara de girar, cambiaría en gran medida la forma en que se mueven las corrientes de aire. Sería el fin de los huracanes. Y cualquier cambio en las corrientes de aire podría dar como resultado que aparecieran desiertos donde actualmente hay bosques, por ejemplo, o que la tundra ahora congelada se volviera habitable.
Adiós a las auroras y mucho más
Si la Tierra dejara de girar, su campo magnético ya no se regeneraría y se descompondría hasta un valor residual, por lo que desaparecerían las 'luces del norte' y los cinturones de radiación de Van Allen probablemente desaparecerían, al igual que nuestra protección contra los rayos cósmicos y otras partículas de alta energía. El campo magnético de la Tierra nos protege de los rayos cósmicos y las tormentas electromagnéticas del Sol, entre otras cosas. Sin campo magnético, la vida no podría resistir la radiación estelar. Si todo en este planeta dejara de moverse repentinamente, podría significar la destrucción instantánea de la vida tal como la conocemos. ¿Deberíamos preocuparnos por esta posibilidad? Rotundamente no. Podemos respirar tranquilos. La probabilidad de tal evento es prácticamente cero en los próximos miles de millones de años.
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